El fallo de un equipo de perforación hidráulico puede paralizar el trabajo in situ y generar costosos tiempos de inactividad. En este artículo encontrará una guía práctica sobre los problemas más comunes de los equipos de perforación, desde fugas de aceite y caídas de presión hasta fallos en el cabezal, el motor o el sistema de control. Aprenderá a reconocer los primeros signos de avería, qué puede arreglar usted mismo y cuándo es mejor acudir al servicio técnico. Descubra cómo cuidar su ahoyador hidráulico para que funcione sin problemas durante años y mantenga todo su rendimiento incluso en condiciones de funcionamiento difíciles.
¿Cómo reconocer cuando un ahoyador hidráulico empieza a funcionar mal?
El primer síntoma de que su equipo de perforación hidráulico puede tener algún problema son los ligeros cambios en su comportamiento. Un funcionamiento irregular, una disminución de la potencia o una ralentización notable de la velocidad del sinfín suelen aparecer incluso antes de que se produzca una avería más grave. En estos casos, es aconsejable detener la máquina y realizar una inspección visual exhaustiva para comprobar que no hay fugas de aceite hidráulico bajo la carcasa, que las mangueras están intactas y que los acoplamientos no se han aflojado debido a las vibraciones. Incluso pequeñas marcas de suciedad o polvo grasiento pueden ser el primer indicio de una fuga. También es una buena costumbre comprobar el nivel y el color del aceite: si se ha oscurecido o enturbiado, es una clara señal de que hay contaminantes en el sistema.
No olvide escuchar el funcionamiento de la máquina: los ruidos inusuales, como estrépitos metálicos, silbidos o fuertes zumbidos de la bomba, son señal de que el sistema hidráulico puede estar sobrecargado o infracargado. Cuando el motor hidráulico empieza a funcionar de forma errática y el sinfín se detiene a mayor resistencia, el problema suele estar en la presión del aceite. Antes de llamar al servicio técnico, puede medir usted mismo la presión de funcionamiento con un manómetro para comprobar que está dentro del rango recomendado por el fabricante. Esta sencilla medida evita costosos tiempos de inactividad y reduce el origen del problema.
Averías y fallos típicos de los ahoyadores hidráulicos: ¿dónde buscar el problema?
Los equipos de perforación hidráulicos son herramientas extremadamente potentes, pero funcionan en condiciones exigentes y, por lo tanto, están sometidos a mucha sobrecarga y desgaste. Con el tiempo, pueden producirse diversas averías y fallos que reducen el rendimiento o impiden por completo la perforación. Lo más habitual es que afecten al sistema hidráulico, el motor, el cabezal, el avance o los accesorios. Resulta útil conocer los síntomas de estos problemas y saber cómo reaccionar antes de que un fallo menor se convierta en una avería importante que requiera una reparación costosa, ya se trate de ahoyadores hidráulicos para miniexcavadoras, modelos para máquinas grandes o ahoyadores hidráulicos para miniexcavadoras.
Problemas con el sistema hidráulico
Una de las averías más comunes en los ahoyadores hidráulicos son las fugas de aceite causadas por juntas rotas, acoplamientos sueltos o una presión de funcionamiento demasiado alta. Se manifiestan en forma de marcas aceitosas bajo la máquina, olor a aceite y funcionamiento más ruidoso de la bomba. Un segundo problema común es la pérdida de presión en el sistema, que hace que la perforadora pierda potencia y responda con retardo: un filtro obstruido, una válvula sucia o una bomba desgastada pueden ser los culpables. A veces también se produce un sobrecalentamiento del aceite hidráulico, lo que acorta su vida útil y daña las juntas.
El motor hidráulico no funciona correctamente
El motor hidráulico es un componente clave del equipo de perforación, responsable del par de torsión de la barrena. Cuando empieza a funcionar con retrasos, saltos o deja de responder del todo, lo más frecuente es que la causa sea la baja presión del aceite, la contaminación del aceite o la presencia de aire en el sistema . En tal situación, conviene purgar el sistema haciendo funcionar la máquina sin carga y, a continuación, comprobar el estado de los filtros y el aceite. Si el motor sigue inestable, es probable que los componentes internos se hayan desgastado o que una válvula se haya bloqueado, en cuyo caso es necesaria la asistencia del servicio técnico.
Cambiar el aceite y los filtros con regularidad es la mejor manera de evitar averías costosas, especialmente en las minicargadoras hidráulicas que funcionan en condiciones duras y polvorientas.
Daños en el cabezal de perforación
El cabezal de perforación es el componente sometido a mayor tensión, por lo que cualquier irregularidad en su funcionamiento se refleja rápidamente en la calidad de la perforación. Si no gira con suavidad o nota una fuga de aceite, compruebe las juntas y los pernos de montaje: su holgura suele provocar fugas y un funcionamiento errático que da lugar a daños en los cojinetes. La rotación inestable del cabezal también es a veces el resultado de válvulas de control sucias o de un motor hidráulico desgastado - a veces basta con limpiar, pero con más desgaste es necesario sustituir piezas. En las perforadoras retroexcavadoras , incluso un pequeño descuido puede acabar con una carcasa rota y tiempo de inactividad.
Dificultades con el sistema de alimentación
El funcionamiento irregular o la parada del cilindro de alimentación suelen indicar la presencia de aire en el sistema hidráulico. Esto se manifiesta en forma de vibraciones, movimientos bruscos y falta de suavidad al perforar. Simplemente purgue el sistema arrancando el equipo de perforación y moviendo el pistón varias veces sin carga. Si el problema persiste, la causa puede ser un filtro de aceite obstruido que bloquea el flujo. Por otro lado, un avance deficiente o que se desvanece suele ser el resultado de una fuga interna en el pistón o de una presión insuficiente, en cuyo caso la sustitución de las juntas ayudará, y será necesario realizar un servicio si el pistón está dañado.
Problemas con accesorios y herramientas
Las averías de los ahoyadores hidráulicos no suelen deberse a la máquina en sí, sino a los accesorios. Si el sinfín no penetra en el suelo o se detiene a pesar de la presión correcta, suele deberse a un accesorio romo o dañado, que puede sustituirse inmediatamente. Las fugas del equipo, en cambio, suelen deberse a fugas en los acoplamientos rápidos o a juntas desgastadas, que simplemente hay que apretar o sustituir. Una válvula de control sucia, obstruida por polvo y limaduras metálicas, también es una fuente frecuente de problemas . La limpieza periódica con un disolvente evita que la válvula se atasque y funcione de forma errática.
Fallos en el sistema de control
La falta de respuesta al movimiento del joystick suele parecer amenazadora, pero normalmente se debe a fallos menores. Compruebe primero la fuente de alimentación, los indicadores y los cables del joystick: la vibración de la máquina puede aflojar las conexiones con el tiempo. Si todo parece estar bien, la causa podría ser un solenoide de la válvula de control defectuoso o un solenoide sucio; basta con desmontarlo y limpiarlo para que el equipo vuelva a funcionar correctamente. A veces, la máquina sólo responde en una dirección: esto es síntoma de una válvula de desvío obstruida, que debe limpiarse y comprobar los conductos. Si el problema persiste, hay que cambiar la válvula. En las perforadoras hidráulicas modernas combinadas con electrónica , merece la pena realizar diagnósticos informáticos, ya que los errores de señal suelen provocar respuestas impredecibles del sistema.
Reparaciones eficaces y soluciones ad hoc: ¿cómo solucionar problemas menores?
No todos los fallos de la perforadora requieren la visita inmediata de un técnico de servicio. Muchos problemas menores pueden solucionarse por su cuenta: cambiar el filtro de aceite hidráulico, rellenar el nivel de fluido o apretar los racores sueltos son tareas que sólo le llevarán unas decenas de minutos. Todo lo que necesita es un juego básico de llaves, un embudo y aceite limpio. En el caso de fugas menores, suele bastar con sustituir una manguera o una junta.
Sin embargo, hay situaciones en las que es mejor no correr riesgos. Si sospecha que la bomba hidráulica, el motor o la carcasa están dañados, es necesario recurrir a un servicio profesional. Estos componentes requieren herramientas especializadas y un montaje preciso. Recuerde que un montaje incorrecto puede provocar daños aún más graves. Por lo tanto, si el problema persiste después de varias reparaciones sencillas, es mejor encargar un diagnóstico del equipo. Una respuesta temprana significa menos costes y menos tiempo de inactividad.
¿Cómo puedo cuidar mi ahoyador hidráulico para evitar averías?
El mantenimiento regular es la forma más fácil de mantener su equipo de perforación hidráulico funcionando sin problemas durante años. Todo lo que tiene que hacer es aplicar un mantenimiento sistemático: compruebe las fugas y los niveles de aceite cada semana, compruebe la presión y el estado de las mangueras cada mes y cambie los filtros cada pocos meses. Es un pequeño esfuerzo que alarga considerablemente la vida de la bomba, el motor y las válvulas.
Cuide también la limpieza del aceite hidráulico: utilice sólo el tipo recomendado por el fabricante y evite rellenar con fluidos de una fuente poco fiable. Las perforadoras hidráulicas que funcionan en condiciones duras (por ejemplo, obras o terrenos rocosos) requieren un filtrado más frecuente. No olvide hacer descansos: deje que la máquina se enfríe, especialmente cuando haga calor. También es buena idea llevar un sencillo registro de servicio para anotar las sustituciones, el mantenimiento y las mediciones de presión. De este modo, te darás cuenta antes si algo empieza a desviarse de lo normal. Este mantenimiento preventivo le dará tranquilidad y reducirá el riesgo de que los accesorios para excavadora dejen de funcionar en el momento menos oportuno.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cuáles son los síntomas más comunes de avería en un equipo de perforación hidráulico?
Los síntomas típicos incluyen una pérdida de potencia, un funcionamiento más lento del sinfín, fugas de aceite, un funcionamiento más ruidoso de la bomba y una rotación inestable del motor hidráulico. Merece la pena reaccionar de inmediato antes de que un fallo menor se convierta en una avería importante.
¿Qué significa una caída repentina de presión en el sistema hidráulico?
La mayoría de las veces se debe a un filtro obstruido, una bomba desgastada o fugas en los latiguillos. Comprueba el nivel de aceite, el estado de los latiguillos y el filtro hidráulico.
¿Cómo se reconoce un sistema hidráulico sobrecalentado?
Los síntomas son aceite caliente, potencia reducida y ruido durante el funcionamiento. Limpiar el radiador y comprobar el ventilador ayuda, y si es necesario, cambiar el aceite.
¿Qué debo hacer si la broca deja de girar?
La causa puede ser una válvula obstruida, un bloqueo en el sistema o un motor hidráulico defectuoso. Lo primero que hay que hacer es purgar el sistema y comprobar la presión de funcionamiento.
¿Con qué frecuencia debo cambiar el aceite de un ahoyador hidráulico?
Se recomienda cambiarlo cada 500-800 horas de funcionamiento, o más a menudo si la perforadora trabaja en un entorno polvoriento. El aceite contaminado es una de las principales causas de desgaste de bombas y válvulas.
¿Por qué el equipo de perforación pierde potencia a pesar de que los niveles de aceite son correctos?
Esto podría indicar fugas internas en el cilindro, desgaste en la bomba hidráulica o una fuga en el sistema. También conviene comprobar el filtro y las válvulas de control.
¿Cómo puedo cuidar el cabezal de perforación para evitar averías?
Compruebe periódicamente los pernos de montaje, las juntas y los cojinetes. En caso de fugas o funcionamiento irregular, detenga inmediatamente la máquina y compruebe la estanqueidad de las conexiones.
¿Son peligrosas las pequeñas fugas de aceite para el equipo de perforación y el operario?
Sí, incluso una pequeña fuga puede provocar una caída de presión y dañar la bomba. Cualquier fuga debe repararse inmediatamente; a menudo basta con sustituir una junta o un latiguillo.
¿Cuándo hay que llamar al servicio técnico de un ahoyador hidráulico?
Cuando note una caída de presión, ruidos metálicos, un joystick que no responde o una carcasa agrietada, no lo repare usted mismo. Este tipo de averías requieren herramientas y conocimientos especializados.
¿Cómo se alarga la vida de un ahoyador hidráulico?
La clave está en la prevención: mantenimiento periódico, limpieza de filtros, comprobación del aceite y la presión, y evitar sobrecargar la máquina. Un registro de mantenimiento bien llevado puede detectar rápidamente anomalías y evitar averías.
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